martes, 2 de marzo de 2010

domingo, 22 de noviembre de 2009

El amor



Saben lo que no es normal, usted quiere que yo le diga lo que no es normal... No es normal pensar que hacer el amor es pecado, no es normal pensar que Dios no quiere a las lesbianas y los homosexuales, no es normal que la Iglesia oculte abusos de niños, ni que los sacerdotes no se puedan casar...No es normal la riqueza del Vaticano, ni los anillos, ni el oro, ni el dinero tirado en campañas de publicidad, ni todo ese cuadro absurdo mientras que 30 millones de personas se contagian de Sida en África por no usar preservativo...
Señores Dios nos hizo con dos brazos y con dos piernas y también nos hizo con la capacidad de amar, de querernos, de tocarnos, de sentir con la yema de los dedos un peso segados por la excitación, y eso señores, eso no puede ser pecado...
Señores amar... amar no es fácil... y ustedes se empeñan en hacerlo más difícil y enrrevesado como si no nos bastaramos nosotros mismos, como si no se bastara la propia humanidad para complicarlo todo...
Señores porque amar, amar es entender también el rechazo, entender que te van a hacer daño, entender que vas a sufrir, que vas a llorar y es entender que las cosas son muy distintas al sacramento del matrimonio, osea hoy, ¿hoy te casas y vives feliz para toda la vida?, falso, señores falso... Por muchos siglos que puedan ustedes seguir proclamándolo...
Saben que creo, creo que ustedes no saben lo que es el amor... Si algo he aprendido en estos años, es que si apretar un cuerpo hasta convertirse en uno, si eso es pecado, soy un pecador... Porque el único Dios en el que creo... es el AMOR.

viernes, 6 de febrero de 2009

Los lios de Gray


-Gray. Tengo una... estupenda botella de coñác que acavo de traerme de Francia y... me encantaria compartirla.
-¿La tienes aquí?
-No. En mi casa.
-Ah
-Central park oeste con la 85
-Ah bueno pues....hssss.... el coñác me gusta hehe
-Mmm
-Me gusta, y el jerez también. Suelo tomar una copita de jerez cuando la ocasion lo requiere.
-También tengo jerez.



Minutaje: 6´ 38´´

sábado, 17 de enero de 2009

viernes, 26 de diciembre de 2008

Romeo+Julieta




Romeo: Si rpofano con mi indigna mano este sagrado santuario pecado de amor sera, mis labios peregrinos ruborizados quisieran hacer penitencia con un dulce beso.
Julieta:Buen peregrino no riñas tanto a tu mano que demuestra un gran fervor a esto, pues hasta las manos de los santos tocan a las de los peregrinos, y el tocar palma con palma es el beso del palmero.
Romeo: Y no tienen labios los santos y los piadosos palmeros?
Julieta: Si peregrino labios para usar en la oracion
Romeo:Entonces querida santos deja que los labios hagan como las manos no conviertas fe en desesperacion.
Julieta:Los santos no se mueven cuando acceden a las suplicas.
Romeo: Entones quieta mientras recogo el efecto de mi oracion
Romeo: Así quedan mis labios limpios de pecado por los tuyos.
Julieta: Entonces mis labios, ¿tienen ahora pecado?
Romeo: Pecado de mis labios me reprochas con dulzura. Devuelveme el pecado.
Julieta: Besas como un maestro.




Julieta: Mi unico amor nació de mi unico odio, pronto le veo y tarde lo conozco. Extraño nacimiento del amor, que me hace amar a mi enemigo peor.





Stardust


¿Sabes qué me dijo el capitán? Que el amor verdadero lo tenía delante de los ojos...

Stardust


¿Recuerdas que te dije que sé poco del amor? Pues no es verdad. Sé, sé mucho del amor... y lo he visto, he visto siglos y siglos de amor. Era lo único que hacía soportable contemplar vuestro mundo: observar tantas guerras, mentiras, dolor y odio. Me daban ganas de no volver a mirar hacia abajo. ¡Pero entonces veías cómo quiere el ser humano! ¡Podía buscar en los confines más remotos del universo y jamás encontrar algo más hermoso! Por eso, sí, sé... sé que el amor es incondicional, pero también sé que puede ser imprevisible, inesperado, incontrolable, insoportable y, aunque resulte extraño, es fácil de confundir con el odio. Y... lo que intento decirte, Tristan, es que... ¡creo que te amo! ¡Noto mi corazón como si, si mi pecho apenas pudiera contenerlo! No sé, es... como si no me perteneciera a mí porque te pertenece a ti. Y, si lo quisieras, no desearía nada a cambio de él; ni regalos, ni bienes, ni demostraciones de devoción. Nada salvo saber que tú también me amas. Sólo tu corazón a cambio del mío.